Hoy 21 de Diciembre, hace un perro* que salí de mi Punta Brava natal para residir por un corto periodo de tiempo en Europa. JA. Al menos eso creía yo. Hasta recuerdo que le comenté a los amig@s que regresaría lo más pronto posible. Que iba a esperar la residencia y pá atrás. A lo que uno de ell@s me contestó: seguro te quedas allá. Y en broma le dije en aquel momento: estaré 10 o 15 años. Sin creerme siquiera que pudiera ser posible ya que estaba muy arraigada a mi tierra.
Pero la vida da muchas vueltas y cuando el amor habla de hacer sacrificios no hay nada que hacer. Si es posible, vivimos bajo un puente con la persona amada. El tiempo pasa, nos vamos poniendo viejos, pero la vida no se detiene, como tampoco se detiene el cause de un río para llegar al mar.
Y ya ven, parece que se cumplen aquellas palabras que en broma dije un día a aquel amigo. Hoy se cumplen 3 lustros y aún esta negra, anda por estos lares. Ya con el gusanillo dentro de todo mi ser y la dulce añoranza de regresar a casa. Mi alma pide a gritos volver. Volver, pero no como decía Carlos Gardel, con la frente marchita, todo lo contrario. Con la frente alta por todo lo que he aprendido y la experiencia adquirida desde que salí de mi Punta Brava, hasta mi hoy.
Y también como al zorzal criollo, las nieves del tiempo van plateando mi sien. También como Carlitos, tengo miedo del encuentro con el pasado, porque no estarán muchos de los viejos y queridos amig@s con los que compartí 38 años de mi vida. Han volado a otros cielos. Tengo miedo del encuentro, porque mis sobrin@s, aquellos diminutos seres que dejé a mi partida, hoy son adolescentes. Tengo miedo del encuentro con la ausencia de mi querida abuela Crisalida. Tengo miedo de las conversaciones que nos debemos mi madre y yo.
Si 20 años no son nada como dice aquel tango de Gardel y le Pera, estos tres lustros para mi, si son algo y mucho. Han sido un constante batallar entre la mujer que llegó y la mujer que otros esperaban que fuera, ganó la primera porque ya llevaba dentro de mis entrañas el ser que siempre quise ser.
Y nada me complace más que reconocerme y sentirme identificada con la canción de Lupita D' Alesio "Mudanzas". Omitiendo en las estrofa algunas palabras que la definen a ella; y no, a esta negra que escribe. Nadie a podido robarme o arrebatarme mi esencia y mira que lo han intentado,
Porque con dudas y soluciones, siempre he sido yo.
Porque con defectos y virtudes, siempre he sido yo.
con amor y desamor, siempre he sido yo.
Cada vez que puedo y quiero, saco mis sentimientos y resentimientos, todos. No anido rencores de antaño y aunque con muchas angustias transitadas por estos lares, tengo la capacidad de olvidarlas bien pronto, más me vale. Sacando siempre a la luz mi coraje, entregandome a lo que creo y siendo siempre yo sin miedo. He bailado y bailo por hábito. Canto la melodía que me apetece y también le canto las 40 a quien lo lleve.
Intentando siempre ver el claro de las situaciones, en vez de lo oscuro. Una gran cualidad que poseemos las personas positivas. Afortunadamente no tengo que desgarrar mis secretos, no me ha gustado cargar con armas peligrosas, así que no tengo que desgarrarme en ellos. Vivo la vida por el placer de vivirla como siempre la he vivido, en libertad. He dejado salir de dentro de mi, todo aquello que me pudiera hacer sufrir. Y esto lo he logrado porque siempre he sido yo.
La libertad de volar libre que siempre he disfrutado, no oprime mi razón para saber, que nadie me puede arrebatar mis derechos. Que mi camino y las desiciones que tomé entonces y las que puedo tomar hoy , no son más que la suma al tiempo de la experiencia de todas las cosas que vi, que viví y que vivo. Entonces aprendí que un día se haría realidad todo lo que fui capaz de soñar
No he creo, ni jamás me he creído ser suave como gaviota, más bien, felina como una leona; lo de tranquila y pacificadora casi siempre me ha acompañado, más cuando toca defender mis derechos me vuelvo irreverente, ante el molde que esta sociedad infructuosamente me ha querido imponer, porque no entro por el aro.
La sociedad esta a la que vine un día como hoy, me quiere mujer negra inmigrante y sin voz. Que no me defienda, que no hable desde los sentimientos, para no herir y hacer vulnerables los suyos. Que me haga la de la vista gorda, cuando me despojan de lo que es mio. Que cuando me pisen mis derechos con taimada alevosía y premeditación no me queje.
Infeliz pocas veces, aunque guardo en mi alma penas muy hondas, que el tiempo ha dejado aparentemente quietas hasta mi regreso a casa. Para una vez desde la lejanía poder mirarlas sin apasionamiento y al fin poderlas entender y llorarlas si hace falta. Aún así estas penas no han capaz de borrar la alegría que traigo desde el vientre de mi madre.
Si feliz, muy feliz soy, porque soy una realista soñadora, que siempre ha tenido opinión independiente en un mundo donde la mujer es considerada el sexo débil, que sólo se la ve cuando es el objeto del deseo. Si feliz, porque cuido con toda mi alma lo más grande que me han dado como persona, mi autoestima, esa que me hace ser. La misma que muchos pretenden lastimarme, pero como no me dejo, la disfrazan a conveniencia de prepotencia. La misma autoestima que en muchísimas ocasiones se la puede ver tolerante, paciente en demasía y que tiende según los peores ciegos, esos que no quieren ver en persona alguna la generosidad del alma. Entonces te tachan de lo que ell@s en verdad carecen.
Y solo decir que soy una revolucionaria, de las más fervientes y sin que este calificativo venga precisamente de la isla insigne y hoy faro en el mundo si de revoluciones se trata y que me vio nacer, Cuba. Ser un revolucionari@ es toda aquella persona que se adelanta a su tiempo, que está en procesos de cambios continuos, innovador, renovador, reformador, modificador, transformador, inventor, creador, original.
Me considero una Idealista en el más alto grado de la palabra, ya que nadie mejor que yo, para saber lo que me ha tocado vivir por estas tierras y que gracias a la experiencia que traigo como brújula desde mi tierra y a lo que viví en ella, no me ha dejado sucumbir y perderme inexorablemente en este mundo de muchos fueguitos fatuos.
De todas maneras le doy las gracias encarecidamente a esta sociedad por mostrarme y muy claro, las herramientas necesarias para seguir mi crecimiento y transformación. Sin permitirle siquiera que crea, que en las condiciones que me encuentro hoy, sola, mujer negra, con 52 primaveras, sin trabajo, será mi realidad definitiva.
Ya sabemos lo que nos espera a tod@s los que queremos, ser mejor de lo que fuimos ayer.
Ya sabemos lo que nos espera a tod@s l@s que queremos evolucionar.
Ya sabemos lo que nos espera a tod@s l@s que queremos ser original y no copias.
Ya sabemos lo que nos espera a tod@s l@s que no nos someten las dogmas
El escritor José Ingenieros en su libro "EL HOMBRE MEDIOCRE" lo describe muy bien:
"El idealista es soñador, entusiasta, culto, de personalidad diferente, generoso, indisciplinado contra los dogmáticos. Como un ser afín a lo cualitativo, puede distinguir entre lo mejor y lo peor; no entre el más y el menos, como lo haría el mediocre".
Decirles que sigo en pie, que sigo luchando con toda mi alma, que afortunadamente tengo buenos amig@s que me aceptan tal y como soy y eso para mi es suficiente. Que el día que parta a la tierra de mis amores, allí nos encontraremos y hasta puede, que nos volvamos a ver en esta. Ya sabemos que la vida da muchas vueltas, que el mundo es un pañuelo.
Por tanto y para dar por terminado este resumen de mis 15 años por estas tierras, a la que me unen afectos sinceros Gracias Euskalerría a mejor tierra no puede llegar, tu reconfortas y alimentas mis momentos patrios
Un día como hoy 21 de Diciembre pero del 2002 día de Santo Tomás me recibió San Sebastian. Como curiosidad decir, que en todos los años que viví en Donosti, ni en los que llevo viviendo en Iparralde, he asistido a celebrar el día que llegué.
Perro*: Hace alución al número 15 que el la charada cubana representa al perro.
Pero la vida da muchas vueltas y cuando el amor habla de hacer sacrificios no hay nada que hacer. Si es posible, vivimos bajo un puente con la persona amada. El tiempo pasa, nos vamos poniendo viejos, pero la vida no se detiene, como tampoco se detiene el cause de un río para llegar al mar.
Y ya ven, parece que se cumplen aquellas palabras que en broma dije un día a aquel amigo. Hoy se cumplen 3 lustros y aún esta negra, anda por estos lares. Ya con el gusanillo dentro de todo mi ser y la dulce añoranza de regresar a casa. Mi alma pide a gritos volver. Volver, pero no como decía Carlos Gardel, con la frente marchita, todo lo contrario. Con la frente alta por todo lo que he aprendido y la experiencia adquirida desde que salí de mi Punta Brava, hasta mi hoy.
Y también como al zorzal criollo, las nieves del tiempo van plateando mi sien. También como Carlitos, tengo miedo del encuentro con el pasado, porque no estarán muchos de los viejos y queridos amig@s con los que compartí 38 años de mi vida. Han volado a otros cielos. Tengo miedo del encuentro, porque mis sobrin@s, aquellos diminutos seres que dejé a mi partida, hoy son adolescentes. Tengo miedo del encuentro con la ausencia de mi querida abuela Crisalida. Tengo miedo de las conversaciones que nos debemos mi madre y yo.
Si 20 años no son nada como dice aquel tango de Gardel y le Pera, estos tres lustros para mi, si son algo y mucho. Han sido un constante batallar entre la mujer que llegó y la mujer que otros esperaban que fuera, ganó la primera porque ya llevaba dentro de mis entrañas el ser que siempre quise ser.
Y nada me complace más que reconocerme y sentirme identificada con la canción de Lupita D' Alesio "Mudanzas". Omitiendo en las estrofa algunas palabras que la definen a ella; y no, a esta negra que escribe. Nadie a podido robarme o arrebatarme mi esencia y mira que lo han intentado,
Porque con dudas y soluciones, siempre he sido yo.
Porque con defectos y virtudes, siempre he sido yo.
con amor y desamor, siempre he sido yo.
Cada vez que puedo y quiero, saco mis sentimientos y resentimientos, todos. No anido rencores de antaño y aunque con muchas angustias transitadas por estos lares, tengo la capacidad de olvidarlas bien pronto, más me vale. Sacando siempre a la luz mi coraje, entregandome a lo que creo y siendo siempre yo sin miedo. He bailado y bailo por hábito. Canto la melodía que me apetece y también le canto las 40 a quien lo lleve.
Intentando siempre ver el claro de las situaciones, en vez de lo oscuro. Una gran cualidad que poseemos las personas positivas. Afortunadamente no tengo que desgarrar mis secretos, no me ha gustado cargar con armas peligrosas, así que no tengo que desgarrarme en ellos. Vivo la vida por el placer de vivirla como siempre la he vivido, en libertad. He dejado salir de dentro de mi, todo aquello que me pudiera hacer sufrir. Y esto lo he logrado porque siempre he sido yo.
No he creo, ni jamás me he creído ser suave como gaviota, más bien, felina como una leona; lo de tranquila y pacificadora casi siempre me ha acompañado, más cuando toca defender mis derechos me vuelvo irreverente, ante el molde que esta sociedad infructuosamente me ha querido imponer, porque no entro por el aro.
La sociedad esta a la que vine un día como hoy, me quiere mujer negra inmigrante y sin voz. Que no me defienda, que no hable desde los sentimientos, para no herir y hacer vulnerables los suyos. Que me haga la de la vista gorda, cuando me despojan de lo que es mio. Que cuando me pisen mis derechos con taimada alevosía y premeditación no me queje.
Infeliz pocas veces, aunque guardo en mi alma penas muy hondas, que el tiempo ha dejado aparentemente quietas hasta mi regreso a casa. Para una vez desde la lejanía poder mirarlas sin apasionamiento y al fin poderlas entender y llorarlas si hace falta. Aún así estas penas no han capaz de borrar la alegría que traigo desde el vientre de mi madre.
Si feliz, muy feliz soy, porque soy una realista soñadora, que siempre ha tenido opinión independiente en un mundo donde la mujer es considerada el sexo débil, que sólo se la ve cuando es el objeto del deseo. Si feliz, porque cuido con toda mi alma lo más grande que me han dado como persona, mi autoestima, esa que me hace ser. La misma que muchos pretenden lastimarme, pero como no me dejo, la disfrazan a conveniencia de prepotencia. La misma autoestima que en muchísimas ocasiones se la puede ver tolerante, paciente en demasía y que tiende según los peores ciegos, esos que no quieren ver en persona alguna la generosidad del alma. Entonces te tachan de lo que ell@s en verdad carecen.
Y solo decir que soy una revolucionaria, de las más fervientes y sin que este calificativo venga precisamente de la isla insigne y hoy faro en el mundo si de revoluciones se trata y que me vio nacer, Cuba. Ser un revolucionari@ es toda aquella persona que se adelanta a su tiempo, que está en procesos de cambios continuos, innovador, renovador, reformador, modificador, transformador, inventor, creador, original.
Me considero una Idealista en el más alto grado de la palabra, ya que nadie mejor que yo, para saber lo que me ha tocado vivir por estas tierras y que gracias a la experiencia que traigo como brújula desde mi tierra y a lo que viví en ella, no me ha dejado sucumbir y perderme inexorablemente en este mundo de muchos fueguitos fatuos.
De todas maneras le doy las gracias encarecidamente a esta sociedad por mostrarme y muy claro, las herramientas necesarias para seguir mi crecimiento y transformación. Sin permitirle siquiera que crea, que en las condiciones que me encuentro hoy, sola, mujer negra, con 52 primaveras, sin trabajo, será mi realidad definitiva.
Ya sabemos lo que nos espera a tod@s los que queremos, ser mejor de lo que fuimos ayer.
Ya sabemos lo que nos espera a tod@s l@s que queremos evolucionar.
Ya sabemos lo que nos espera a tod@s l@s que queremos ser original y no copias.
Ya sabemos lo que nos espera a tod@s l@s que no nos someten las dogmas
El escritor José Ingenieros en su libro "EL HOMBRE MEDIOCRE" lo describe muy bien:
"El idealista es soñador, entusiasta, culto, de personalidad diferente, generoso, indisciplinado contra los dogmáticos. Como un ser afín a lo cualitativo, puede distinguir entre lo mejor y lo peor; no entre el más y el menos, como lo haría el mediocre".
Decirles que sigo en pie, que sigo luchando con toda mi alma, que afortunadamente tengo buenos amig@s que me aceptan tal y como soy y eso para mi es suficiente. Que el día que parta a la tierra de mis amores, allí nos encontraremos y hasta puede, que nos volvamos a ver en esta. Ya sabemos que la vida da muchas vueltas, que el mundo es un pañuelo.
Por tanto y para dar por terminado este resumen de mis 15 años por estas tierras, a la que me unen afectos sinceros Gracias Euskalerría a mejor tierra no puede llegar, tu reconfortas y alimentas mis momentos patrios
Un día como hoy 21 de Diciembre pero del 2002 día de Santo Tomás me recibió San Sebastian. Como curiosidad decir, que en todos los años que viví en Donosti, ni en los que llevo viviendo en Iparralde, he asistido a celebrar el día que llegué.
Perro*: Hace alución al número 15 que el la charada cubana representa al perro.
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