Y después con el paso del tiempo nos quejamos de que nuestros hij@s mienten, manipulan, disimulan. Curioso, si son los mismos padres quienes les enseñan a pulso a hacerlo con sus actos. Pues resulta que hace unos días me encontraba en un bar donde se realizaba un concierto.
Me paro al lado de un niño de 8 años más o menos, cruzamos nuestras miradas, le hice un guiño con el ojo y le sonrío a modo de saludo y este me responde, mirándome a los ojos y sonriendo en respuesta. Justo me iba a dar la vuelta, cuando la madre del chico me toca el brazo y me dice: Oye perdona, el pelo es tuyo?. Es que el niño antes me ha estado preguntando por tu pelo, sentía curiosidad. Ya sabes como son los niñ@s que todo lo preguntan.
Y acto seguido le veo que va a extender su mano para tocarme el pelo, cosa que evité haciendo girar mi cuerpo y ladeando la cabeza. no es la primera vez que me ocurre. Miro la cara
del niño, podría tener cualquier expresión en su rostro, menos curiosidad por mi pelo. La madre ante el desinterés del niño y pillada infragantti intenta arreglarlo de la mejor manera.
Miré directamente a la cara a la mujer y le respondí:
si, si,claro que son mías, extensiones pero mías..
Giré mi cuerpo esta vez y me acerqué para que la curiosa mujer saciara su curiosidad.
No creo que nadie vaya por ahí, tocándole las tetas a la primera que encuentra, porque su talla puede delatar, que son implantes mamarios. O tocarle el pelo a un hombre, porque te parezca que lleva un bisoñé.
El respeto es muy importante para la buena convivencia entre personas de cualquier raza. Somos much@s los negr@s que día a día sufrimos alguna agresión de ésta y otras índoles.
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